sábado, 15 de octubre de 2016

Las deudas del cuerpo - Elena Ferrante



Título: Las deudas del cuerpo (Dos amigas 3)
Autora: Elena Ferrante
Publicación: Lumen, octubre de 2014
Páginas: 479

Érase una vez dos niñas, Elena y Lila, que nacieron en 1944 en un barrio pobre de la ciudad de Nápoles, y desde entonces su historia ha sido el hilo conductor de esta espléndida saga napolitana que ahora llega a su tercera entrega.

Lila se casó muy joven con el hombre más adinerado del barrio y poco tardó en dejarlo. Ahora vive en un lugar miserable, pero su ingenio no ha mermado; solo se ha transformado en rabia. Es quizá este odio lo que la llevará a capitanear las revueltas en la fábrica y a negarse a una convivencia pacífica y modesta con su nuevo compañero.

Elena, en cambio, ha continuado con los estudios e incluso ha escrito una novela. Ahora vive entre Nápoles y Pisa, y se ha casado con un profesor de la Universidad de Florencia.

Así, a primera vista, nada une ya a las dos amigas, pero el barrio de Nápoles donde fueron niñas aún las reclama, las viejas costumbres las devuelven a un tiempo que ya se fue, y la vida se cobra su precio.

Mis impresiones

Al leer La amiga estupenda supe que Elena Ferrante, que es solo un seudónimo bajo el que se esconde la verdadera identidad de este escritor o escritora que prefiere mantenerse en el anonimato, tenía un don especial para contar historias. Algo que confirme al leer Un mal hombre, novela que me gustó más que la anterior. Y ahora Las deudas del cuerpo me ha parecido una novela fascinante y completamente cautivadora.

“Vi a Lila por última vez hace cinco años, en el invierno de 2005. Paseábamos muy de mañana por la avenida y, como nos ocurría desde hacía mucho tiempo, no conseguíamos sentirnos cómodas. Recuerdo que solo hablaba yo, ella canturreaba, saludaba a la gente que ni siquiera le  contestaba, las raras veces en que me interrumpía se limitaba a pronunciar frases exclamativas, sin nexo evidente con lo que yo decía. A lo largo de los años habían pasado demasiadas cosas feas, algunas horribles, y para recuperar la confianza tendríamos que habernos confesado pensamientos secretos, pero yo no tenía fuerzas para encontrar las palabras, y a ella, que tal vez sí las tenía, no le apetecía, no le veía utilidad”

En los dos volúmenes anteriores conocimos a dos niñas, Lina y Lenù, que viven en un barrio pobre de Nápoles en la década de los años cincuenta. Vimos con esas niñas trababan una amistad un tanto peculiar. Su relación estaba marcada por la envidia, los celos y la competitividad pero también por el cariño y la ayuda mutua. También las vimos crecer, conocer a los primeros hombres y mientras una de ellas continuó sus estudios y consiguió salir del barrio, la otra se casó muy joven con un hombre con dinero pero rudo y violento que le ofrecía una vida miserable.

En Las deudas del cuerpo será Lenù quien, después de terminar sus estudios, se enfrente al matrimonio mientras intenta encarrilar una carrera como escritora. Aunque en este caso su marido no es un hombre bruto y ordinario sino un profesor de la Universidad de Florencia que pertenece a una importante y poderosa familia, los Airota. Allí en Florencia Lenú, tras renunciar a todo, intenta vivir una vida que no le corresponde. Ella sigue enamorada y soñando con otro hombre a la vez que se enfrenta a los problemas domésticos.

En esta novela Elena Ferrante vuelve a introducirse en un universo femenino de forma fascinante. Nos describe el punto de vista de la mujer con minuciosidad y gran cantidad de matices. Además sus personajes se encuentran en una evolución constante, al igual que sus problemas que van cambiando según crecen y se convierten en mujeres adultas. Como lectora he podido percibir claramente todos estos cambios resultándome además muy enriquecedores. Además nos habla con gran facilidad de sentimientos y emociones complejas por lo que en todo momento sabemos cómo Lenù reacciona, siente y piense algo que hace que el personaje traspase las páginas del libro y resulte de carne y hueso. Incluso por aquellas contradicciones que tiene como cualquier persona real.

Así veremos como la protagonista y narradora sueña con una vida de libros, viajes y éxitos y se ve reducida a la familia que crea. A un marido desapasionado con el que se siente frustrada y dos hijas que le restan cualquier tiempo o energía necesaria para dedicarse a su carrera. En Las deudas del cuerpo se nos habla de forma muy natural y sin tabúes de aquellos temas que afectan a la mujer y la condicionan tales como la maternidad (mostrándonos su cara más amarga o desmitificando ese ideal que representa), la frustración sexual (el deseo de liberación, la insatisfacción o los tabúes que existen), la soledad, las cargas, el sometimiento al hombre, el trabajo, la amistad, la dificultad de conciliar la vida laboral y la familiar y las decisiones erróneas de las que no existe un retroceso.

La relación con Lina, sigue siendo compleja y marcada por constantes altibajos emocionales y puntos de inflexión. Son amigas, se quieren pero entre ellas existe el dolor, resentimiento y cierta incapacidad para comprenderse mutuamente. Esto hace que en el relato estén lejos tanto física como emocionalmente. Cada una de ellas desempeña roles distintos en la sociedad. Una representa el futuro, la otra tiene una vida anclada en la tradición y a pesar de ello se enfrentan casi a los mismos problemas.

Sin embargo no es el único tema que se va a tratar en la novela. En las anteriores entregas ya vimos ápices de la lucha que sus personajes emprenden por mejorar las condiciones de los obreros y en esta ocasión se acucia mucho más siendo un tema que está muy presente en este volumen. Los ideales comunistas contra el fascismo cobran más protagonismo, las luchas de los estudiantes, los sindicatos, etc. Pero además nos habla del poder de ciertas familias mejor situadas económicamente frente a la pobreza de otras y las dificultades de pasar de un lado a otro. Sin duda, la clave es el dinero. Sin olvidar las malas condiciones en que trabajan los obreros que nos mostrará a través de Lila, que trabaja penosamente en una fábrica de embutidos en la cual las mujeres sufren el acoso constante de los hombres.

La prosa de Elena Ferrante es deliciosa, una autentica exquisitez a pesar de que no tiene florituras ni elementos innecesarios. Elegante, fluida, intimista se trata de una novela introspectiva hacia su narradora. Las reflexiones son constantes y a veces bastantes descarnadas. Como sucedía en las anteriores está narrada en primera persona por lo que solo conocemos un punto de vista de la historia, personal y subjetivo, mostrándonos todo a través de los ojos de su protagonista.

Conclusión

Las deudas del cuerpo es una intensa novela que refleja con naturalidad pero de forma bastante despiadada el universo femenino en un contexto complicado como es el Nápoles de mitad del siglo XX. Una época en que la mujer intenta independizarse e individualizarse mientras intenta frenar los tabúes y las convicciones de la sociedad.