miércoles, 4 de marzo de 2015

Los perros siempre ladran al anochecer - Andrés Pérez Domínguez



Título: Los perros siempre ladran al anochecer
Autor: Andrés Pérez Domínguez
Publicación: Alianza Editorial, enero de 2015
Páginas: 168


Clara y Jorge acaban de mudarse a una urbanización porque la convivencia con los vecinos del edificio donde vivían era insoportable. Esperan que ahora todo sea diferente, pero arrastran un secreto oscuro del que  no pueden librarse y, aunque sus nuevos vecinos los acogen con entusiasmo, pronto descubrirán cosas terribles de su pasado que abrirán una grieta insalvable entre ellos. Los perros siempre ladran al anochecer es un relato de suspense que se lee de un tirón y que al mismo tiempo arroja luz sobre la condición humana, las dudas que lastran la existencia y la dificultad de entender el ayer para empezar de nuevo. 

Mis impresiones

A pesar de que tengo El violinista de Mauthausen en casa desde hace tiempo este será mi primer acercamiento a Andrés Pérez Domínguez con una novela corta pero muy intensa que me ha gustado muchísimo.

"Ésta no es una historia de fantasmas. Una historia de terror, de las que dan tanto miedo cuando las ves en el cine y oyes a los espectadores gritar o tal vez reírse para espantar el miedo. Pero no. Ojalá fuera así. Por desgracia, la nuestra, la de Clara y la mía, es una historia real y no de fantasmas."

Este es el comienzo de Los perros siempre ladran al anochecer, una novela con declaradas intenciones de hacer disfrutar al lector. Un libro de esos de lectura fácil, rápida y entretenida pero mucho fondo que en pocas líneas consigue captar nuestra atención por completo e intrigarnos hasta conseguir que la leamos del tirón. “Una historia de terror”, como dice su autor, en la que no hay fantasmas ni seres sobrenaturales pero en la que sus personajes vivirán una realidad sobrecogedora y que inquietará al lector de principio a fin.

Clara y Jorge son una pareja joven que acaba de mudarse a una urbanización huyendo de los problemas que tenían con los vecinos del edificio en el que siempre habían vivido. Pero además huyen de ellos mismos y de los acontecimientos sucedidos en los últimos meses. Lo único que desean es comenzar un nueva vida y olvidar todo lo ocurrido.

El comienzo de esta nueva vida resulta prometedor. En la nueva comunidad son acogidos con cariño y parece el lugar idóneo para rehacer sus vidas. Sin embargo, pronto se hará patente que es imposible borrar el pasado, guardar secretos eternamente y que estos pueden regresar en cualquier momento.

Andrés Pérez Domínguez comienza desde la primera página sembrando la intriga en el lector. Sabemos que esta pareja está huyendo de sus vecinos y de su vida anterior, que Jorge se declara a sí mismo como un monstruo y que guardan un secreto. Y así entremezclando el pasado y el presente iremos conociendo su historia. Los perros siempre ladran al anochecer es una novela de suspense psicológico que crea una vorágine de emociones en el lector. El tipo de novela que se puede interpretar de tantas formas como ojos la lean debido a sus múltiples matices y en la que el lector podrá posicionarse de diferentes maneras.

El eje alrededor del cual gira toda la historia son Clara y Jorge, los dos protagonistas de esta historia. Él se gana la vida dibujando tebeos para una empresa neoyorkina en la que ha conseguido consolidarse y que les ha permitido obtener el nivel económico adecuado para mudarse a la urbanización. Ella siempre ha trabajado como administrativa aunque en la actualidad se encuentra de baja. Su matrimonio es muy complicado e incluso en algunos momentos nos damos cuenta de que es una relación tóxica marcada por la desconfianza, las emociones descontroladas, unos celos enfermizos que pueden acabar con la paciencia de cualquiera, la presión de uno sobre el otro o la culpabilidad a pesar de sus firmes propósitos de mantenerse juntos y tirar hacia adelante. Además la pareja ha sido sacudida por la desgracia y vivido uno de los peores horrores que se puede concebir.

En la misma también tiene un gran peso la actuación de los vecinos aunque sus identidades particulares no tienen demasiada importancia. Más bien funcionan como los impulsores de la historia de forma que sus acciones repercuten directamente en la vida de la pareja. Tenemos por un lado los vecinos del antiguo edificio en el que vivían Jorge y Clara, personas que les hacían la vida imposible y les han obligado a marcharse de allí y por otro lado los que viven en la nueva urbanización, que los acogen como si se encontrasen en familia.

En Los perros siempre ladran al anochecer hay un tema que sirve de base y que explora cómo funciona el sistema los rumores haciéndonos ver hasta qué punto pueden destruir la vida de una persona. Siempre que corre uno existe la duda de cuanta verdad y mentira hay en ellos. La forma en la que surgen y como cada persona va versionando y  añadiendo detalles es toda una incógnita pero lo cierto es que no hay manera de pararlos.

Se trata de una novela corta (de poco más de ciento cincuenta páginas y breves capítulos) narrada con agilidad y destreza en la que encontraremos un gran ritmo y una gran tensión. Alternando pasado y presente iremos componiendo poco a poco la historia al completo. En ella no son muy importantes los escenarios pero el autor consigue entorno a los personajes un ambiente asfixiante a través de su psicología mediante la creación de estados anímicos, de gestos, de palabras e incluso de silencios. Una atmosfera que arrastra al lector.

La voz narrativa es en primera persona. Esta circunstancia da lugar a que el lector solo conozca una perspectiva muy subjetiva de la historia y con un gran componente emocional. Jorge nos va contando lo que pasó y como lo percibió él por lo que nosotros no llegamos nunca a saber la base real ni lo que ocurre al otro lado, en el de Clara. Es por ello que en este punto el lector podrá jugar a valorar, a decidir qué es lo que se cree y lo que no e incluso decidir cómo termina la historia pues su final da lugar a que cada uno imagine lo que quiera.

Conclusión

Los perros siempre ladran al anochecer es una novela impactante e inquietante que te sumerge en la vida de una matrimonio víctima del destino y de sus propias circunstancias. Una novela con un increíble suspense y la extensión perfecta que irremediablemente hay que leer del tirón.