jueves, 13 de junio de 2013

La misma ciudad - Luisgé Martín



Título: La misma ciudad
Autor: Luisgé Martín
Publicación: Anagrama, mayo de 2013
Páginas: 131

El día 10 de septiembre de 2001, Brandon Moy se encontró en Nueva York con un antiguo amigo que le hizo recordar todos aquellos sueños que habían compartido en la juventud y que él nunca había cumplido. Moy tenía una esposa a la que amaba, un hijo ejemplar, un apartamento envidiable en Manhattan y un trabajo de éxito, pero al recordar todo lo que había querido hacer en la vida sintió que había fracasado. A la mañana siguiente de ese encuentro, mientras él iba camino de su trabajo en las Torres Gemelas, los aviones de Al Qaeda las derribaron. Brandon Moy creyó que el destino le ofrecía una segunda oportunidad.


La misma ciudad es la historia de esa segunda oportunidad. La historia de Brandon Moy en busca de sí mismo a lo largo de una geografía a veces tenebrosa. Un viaje a través de lo ilusorio de los sueños y del valor de la aventura como fuente de riqueza existencial. La misma ciudad, con un protagonista de muchas caras, es una novela brutal y refinada al mismo tiempo, que reúne la quintaesencia del mundo narrativo de Luisgé Martín.

Mi experiencia con la novela

Llega un momento, que algunos llaman la crisis de los cuarenta, en el que ciertas personas comienzan a evaluar su propia existencia. Miran hacia atrás y comparan los sueños y las metas que forjaron en su juventud con la vida que han conseguido obteniendo en muchos casos un regusto amargo o la idea de que han fracasado estrepitosamente. Mientras uno va creciendo va adaptándose, asumiendo responsabilidades y deja atrás la convicción de que se puede modelar la vida como se desea. Puede que se tenga todo, una buena casa, dinero, un trabajo, una familia en la que sentirse a gusto pero aún así se puede no estar conforme y mirar hacia atrás con nostalgia. El ser humano es inconformista por naturaleza y siempre aspira a más, a querer lo que no tiene y a buscar nuevas experiencias.

Este es justo el momento en el que se encuentra Brandon Moy. El protagonista de esta historia, un hombre de éxito que se acerca peligrosamente a los cuarenta años. Tiene una mujer a la que ama y un hijo, licenciado en Columbia trabaja como abogado en un prestigioso buffet situado en las Torres gemelas y una vida muy apacible pero también insustancial y vacía. Se encuentra atrapado en la monotonía y la rutina y nada llega a satisfacerle. Todo le resulta demasiado fácil y cada día tiene más presente que sus sueños no han llegado a cumplirse.

Pero el 10 de septiembre de 2001 un reencuentro con un amigo de juventud le deja patente de forma definitiva que su vida es aburrida. Este le cuenta una vida extravagante, llena de aventuras y experiencias vibrantes. Le narra viajes exóticos, idilios con diferentes mujeres de gran belleza y proezas inigualables que a Brandon le hacen empequeñecerse aún más. Apesadumbrado la mañana siguiente no logra levantarse a la hora habitual y cuando se dirige, ya tarde, a su lugar de trabajo en el World Trade Center la ciudad se sumerge en un caos. Un avión ha impactado contra la torre norte y el pánico comienza a cundir.

Mientras en la ciudad se respira el desconcierto, la gente huye confusa, multitud de heridos corren por sus calles, el cielo se torna ceniciento y gris y todo el mundo se pregunta qué ha pasado Brandon encuentra la oportunidad de poner fin a la que hasta entonces había sido su existencia y comenzar una nueva vida.

“Sólo merece la pena vivir si se hace con exageración” (Página 100)

De su autor, Luisgé Martín, hasta ahora sólo he tenido referencias muy positivas. No he tenido la ocasión de leer ninguno de sus libros anteriores y en esta ocasión me ha gustado mucho como aborda la construcción del libro. Un  libro breve pero intenso. No siempre se necesita mucho espacio para decir mucho.

Lo primero que nos llama la atención es su portada, una imagen tomada el 11 de septiembre que dio la vuelta al mundo cuando se produjo el atentado contra las Torres Gemelas. Una imagen impactante que no dejó a nadie indiferente por su dureza y que a día de hoy sigue estremeciéndonos. Todos recordamos con claridad ese día que parece que llegaron a moverse los cimientos del mundo. En la novela no se adentra con profundidad en lo que ocurrió en Nueva York ese día y no es una parte fundamental argumento sino que a través de unas breves pinceladas nos sitúa y proporciona al protagonista  la oportunidad de desaparecer, decidir qué camino escoge, la comodidad de su vida actual o una vida imprevisible.


Sin divisiones en capítulos, que tampoco resultan necesarios, y una prosa directa sin ambages ni elementos innecesarios Luisgé Martin nos hace partícipes de las aventuras y los viajes de su protagonista. De cómo llega a convertirse en otro individuo y lo que al final le reporta esta experiencia. Me ha llamado la atención como va introduciendo en la historia situaciones casuales que van impulsando al protagonista a tomar ciertas decisiones que de alguna manera las justifican o explican.

Resaltaría el uso de un narrador en tercera persona no omnisciente que según el mismo nos confiesa sólo conoce de la historia a través de lo que el propio protagonista le quiso contar. Las referencias y alusiones al lector son constantes e incluso se permite en varias ocasiones aportar su punto de vista e incluso impresiones. No sabemos quién es exactamente este narrador, quizás el alter ego del escritor, pero si nos cuenta como conoció a Brandon Moy es un congreso de escritores en Cuernavaca en el año 2008 y desde ese momento nunca perdieron el contacto aunque no fue hasta que este se mudó a España que le relató toda la historia. No siempre fueron las mismas palabras, ni siempre del mismo humor, ni siquiera podemos estar seguros de que ocurrió tal y como nos lo cuenta. Me ha parecido un punto muy original y diferente.

La novela es una historia corta que abarca tan solo 130 páginas pero tan intensas que se leen irremediablemente del tirón condensando todo un mundo de experiencias que irá sumando el protagonista. Me gusta lo que plantea y lo que no plantea dejando al lector que saque sus propias conclusiones. El paso del tiempo, la persecución de quimeras, la idea de una segunda oportunidad, cómo encontrar la propia felicidad.… Todas estas cuestiones tienen diferentes interpretaciones según los ojos con los que se mire. ¿Cuántos de nosotros podemos borrar todo y empezar de cero? ¿Qué haríamos si tuviéramos esa oportunidad?¿Dónde reside la felicidad?

Conclusión

La misma ciudad es un libro con un planteamiento interesante que nos habla de segundas oportunidades y la idea de tomar las riendas de nuestra propia vida. Un libro interesante, adictivo y con un mensaje final que sin duda he disfrutado mucho y que os recomiendo.