lunes, 6 de mayo de 2013

El despertar de la señorita Prim - Natalia Sanmartin Fenollera



Título: El despertar de la señorita Prim
Autora: Natalia Sanmartín Fenollera
Publicación: Planeta, abril de 2013
Páginas: 345

Atraída por un sugestivo anuncio en el periódico, Prudencia Prim llega a San Ireneo de Arnois, un pequeño lugar lleno de encanto cuyos habitantes han decidido declarar la guerra a las influencias del mundo moderno. La señorita Prim ha sido contratada para organizar la biblioteca del Hombre del Sillón, un hombre inteligente, profundo y cultivado, pero sin pizca de delicadeza. Pese a las frecuentes batallas dialécticas con su jefe, poco a poco la bibliotecaria irá descubriendo el peculiar estilo de vida del lugar y los secretos de sus nada convencionales habitantes.

Narrado con ingenio, brillantez e inteligencia,
El despertar de la señorita Prim nos sumerge en un inolvidable viaje en busca del paraíso perdido, de la fuerza de la razón y la belleza y de la profundidad que se esconde tras las cosas pequeñas.

Mi experiencia con la novela

Con El despertar de la señorita Prim, ópera prima de la periodista Natalia Sanmartin Fenollera me he llevado una sorpresa muy agradable. Se trata de una historia muy especial, original, narrada con delicadeza y con inteligencia. Una obra que a pesar de leerse de forma ligera profundiza en cuestiones vitales y su lectura no es en vano.

Prudencia Prim es una muchacha que tiene un claro concepto de sí misma. Se considera delicada, inteligente y sensible. Además está ampliamente dotada en diversos estudios y titulaciones. Pero cansada del exigente ritmo que le impone el mundo moderno decide abandonar su tedioso trabajo como administrativa y a un jefe baboso cuando a través de un anuncio en el periódico encuentra una oferta de empleo semejante:

"Se busca espíritu femenino en absoluto subyugado por el mundo. Capaz de ejercer de bibliotecaria para un caballero y sus libros. Con facilidad para convivir con perros y niños. Mejor sin experiencia laboral. Abstenerse tituladas superiores y posgraduadas"

Poco después la señorita Prim llega a la pequeña colonia de San Ireneo de Arnois, un lugar muy especial, donde es contratada para desarrollar la tarea de ordenar la biblioteca particular de El hombre del sillón, su jefe. Se trata de una hombre muy particular, inteligente, leído y culto pero que cuenta con un gran defecto y es que no tiene la más mínima delicadeza. Su carácter provoca cierto rechazo en Prudencia y sus discusiones serán una constante diaria.

Pero por otro lado, Prudencia también conoce a los habitantes del municipio quienes muestran un comportamiento nada convencional, una forma de vida desligada del mundo moderno y una forma de pensar que terminará haciendo mella en las convicciones más profundas de la protagonista.

Con este argumento, que en un principio puede parecer sencillo, la autora logra contarnos una historia de forma inteligente e ingeniosa, cargada de sutilezas y reflexiones en su interior. La editorial nos habla de que esta es “Una deliciosa historia sobre la belleza de las pequeñas cosas” y es cierto, pero esta novela también trata de las grandes cuestiones que mueven el mundo y que suponen muchos interrogantes que la humanidad lleva planteándose durante toda su existencia. El amor, las creencias religiosas, el matrimonio, la naturaleza humana y la educación entre otras.

Todo esto lo consigue a través de sus personajes. La autora ha sabido retratarlos y definirlos perfectamente pero sin resultar demasiado explicita. A Prudencia Prim, protagonista indiscutible, la llegaremos a conocer muy bien. Sus razonamientos, sus sentimientos y su forma de actuar se comprenden con claridad. Es una mujer con un alto concepto de sí misma, una educación muy completa y con un comportamiento impecable que huyendo de una vida agobiante y un trabajo agotador se refugia en el pequeño municipio. En el pueblo Prudencia descubre que la lógica de los vecinos es muy distinta a la suya y ella que está un poco chapada a la antigua descubre que hay mucha más gente que huye de la modernidad.

En cambio cuando nos presenta al Hombre del sillón, jefe de la protagonista, la autora mantiene en todo momento un halo de misterio que rodea a su persona. Nos deja ver algunas facetas del personaje, nos ofrece sólo lo que interesa en cada momento e incluso ni siquiera llegaremos a conocer su nombre. Es un hombre muy inteligente, sarcástico, bondadoso pero también algo rudo y exigente, la delicadeza no se encuentra entre sus virtudes. Me ha parecido uno de los personajes más sobresalientes de la novela que destaca por sus ocurrencias y en ocasiones su mala leche. Vive en una casa algo descuidada, con sus cuatro sobrinos a quien personalmente se encarga de dotar de una educación asombrosa. Los chicos conocen la literatura clásica perfectamente y son capaces incluso de recitar ciertos pasajes de memoria.  

La relación entre estos dos personajes será muy complicada. Están condenados a no entenderse, a que la diferencia en cuanto a sus convicciones suponga una barrera.

Todos los habitantes del municipio,  Hortensia Oeillet, Horacio Declás, Herminia Treaumont, Eugenica Mott, influirán definitivamente en la vida de la protagonista hasta el punto de incluso cambiar sus puntos de vista sobre diversas cuestiones.

Con descripciones menudas y exactas Natalia Sanmartin consigue una ambientación exquisita. San Ireneo de Arnois es un pueblo ficticio muy peculiar, fundado por un hombre muy culto y un monje anciano, la comunidad asila a todos aquellos que desean prescindir de el modo de vida moderno en busca de una vida sencilla y en armonía. Se nos presenta como un pueblo pintoresco, acogedor e idílico. Un lugar donde sus habitantes han encontrado la paz y cuidan cada uno de los pequeños detalles huyendo del ritmo de vida que la sociedad actual propone. Han logrado deshacerse sin remordimiento del estrés, las prisas y el día a día agotador. La mesa siempre llena de exquisiteces, la imposibilidad de guardar un secreto, la ayuda mutua, la sinceridad son algunas de sus premisas.

La autora no marca demasiado la localización espacio-temporal aunque si sabemos que se desarrolla en el momento actual  pero que lleva impreso cierto toque antiguo. Un sabor a otra época donde las cosas eran muy distintas. Los temas que tratan son tan universales que la historia podría suceder en cualquier lugar.

En el libro podemos encontrar multitud de referencias a la importancia de la educación y una crítica al modelo actual, la lectura y el saber estar. Se nota los gustos literarios de la autora. Todo el relato se encuentra salpicado de autores clásicos, sus obras y algunas de las citas que aparecen en sus libros. Virgilio, Petrarca, San Agustín, Platón, Esquilo, Sófocles, Moliére son sólo algunos nombres que aparecen en la novela y siempre al hilo del relato. También nos recuerda los personajes más conocidos de Jane Austen realizando un énfasis especial en el señor Darcy (protagonista de Orgullo y Prejuicio) o Mujercitas.

Me ha gustado particularmente el estilo narrativo de la autora. Con sencillez, chispa y con mucha personalidad crea un relato agradable, envolvente, que invita a leer una página tras otra, cargada de jugosos diálogos, acaloradas discusiones entre personajes y reflexiones. Además con cierto toque de intriga que capta nuestra atención inmediatamente y nos deja irremediablemente enganchados a sus páginas.

El final de la novela, que queda un poco a la libre interpretación de cada uno, a mí me ha convencido pero no deseaba que la novela acabase. Me he encontrado tan a gusto entre sus páginas que hubiese leído otras tantas más.

Conclusión

El despertar de la señorita Prim  me parece una obra deliciosa, modelada, original con profundidad para leer con detenimiento y dejarse empapar por el fascinante juego que su autora nos propone. Una novela que nos hará reflexionar, detenernos para comprender muchas frases y que no deseas dejar hasta haber terminado.